Las saunas son el último tipo de establecimiento en operar completamente prohibido por el Municipio de Belo Horizonte (PBH) debido a la pandemia de Covid-19, pero la liberación está en la agenda del debate del comité para enfrentar la crisis sanitaria del gobierno municipal. .Hasta entonces, sin la principal fuente de ingresos, algunos de los establecimientos mantienen cerradas las saunas y se centran en el funcionamiento de los bares interiores, por ejemplo, con una importante bajada de clientes.Al mismo tiempo, otros lugares ignoran el decreto municipal y continúan con los saunas abiertos todos los días.El socio de una sauna, que pidió no ser identificado, explicó que algunos establecimientos volvieron a funcionar ilegalmente en 2021, pero habrían sido objeto de decenas de denuncias.“Si el gobierno de la ciudad realmente quisiera prohibir las saunas, traería inspectores a cada establecimiento.Están prohibiendo sólo los que quieren.Hay un sauna que no paró en la pandemia”, dice.Propietario de Sí, en el barrio de Santo Agostinho, en la región Centro-Sur, Milton Pedrosa afirma que mantuvo abierta la sauna en el segundo semestre de 2021, hasta que fue prohibida por la municipalidad.“Abrimos ingenuamente, porque todos abrían.Para reabrir después de la prohibición, tuvimos que cambiar la clasificación comercial y ahora estamos clasificados como albergue.Algunas personas entran y quieren irse cuando ven que no hay sauna funcionando, pero logramos mantener un movimiento”, detalla.El empleado de otra sauna con la que el informe se puso en contacto dijo que los servicios del establecimiento "nunca se detuvieron" y que los hornos funcionaban normalmente el martes (15).En otros lugares solo se realizan bares y actuaciones musicales, mientras los hornos permanecen apagados.“Depende de Alexandre Kalil para reiniciar”, dijo un empleado de un establecimiento.La expectativa del sector es que el ayuntamiento decida reabrir los saunas este mes.El infectólogo Estevão Urbano, integrante del comité de combate a la pandemia que asesora al gobierno municipal, dice que el asunto está en la agenda del grupo y que aún se puede hacer una definición esta semana.“Son ambientes donde no puedes usar mascarilla y no tienen ventilación, son un lugar de alto riesgo.La liberación está en discusión y depende del comportamiento de los números, ahora que pasó el Carnaval”, dice el médico.El informe preguntaba al ayuntamiento si hay una fecha prevista para el estreno de las saunas y cuántas irregularidades se captaron en estos espacios durante la pandemia y espera su devolución.A dos semanas del Carnaval, la ocupación de camas en la capital sigue bajo control, pero la tasa de transmisión de la Covid-19 (Rt) ha ido subiendo día a día, aunque se mantiene en nivel verde.Además de las casas de sauna, los clubes sociales tampoco pueden activar los hornos y vivir con las quejas de los clientes, según la Federación de Clubes del Estado de Minas Gerais (Fecemg).“Hay socios que se fueron.Hay una sauna pública que va al club solo para usarla.Me comuniqué con el secretario de salud, Jackson Machado, para exigir eso”, dice el presidente de la federación, Marcolino de Oliveira.El vicepresidente del Iate Tênis Clube, José Carlos Paranhos, dice que los clientes habituales de la sauna se han vuelto morosos en los últimos meses.“No están pagando sin usar.En los últimos dos años, solo encendíamos la sauna para mantenimiento una vez a la semana, durante unos minutos”, concluye.Este artículo está siendo actualizado.