“Hotel rodante”, “crucero sobre raíles”... Son algunas de las definiciones que se aplican a este tren turístico de lujo de Renfe al que nos hemos montado para comprobar que son ciertas
El tren más largo que circula por la red ferroviaria española actualmente, y el único de los trenes de lujo de Renfe que se adapta al ancho de las vías de todo el territorio nacional, ya ha empezado temporada en Andalucía. Los 15 coches del tren Al Andalus, con sus 450 metros de longitud (equivalentes a un rascacielos de 150 plantas), ya han iniciado su ruta desde Sevilla hasta Jerez de la Frontera para seguir por Cádiz, Ronda, Granada, Baeza, Úbeda, Córdoba… a lo largo de siete días y seis noches. Los afortunados que compran un pasaje se meten en la piel de aquellos miembros de la monarquía inglesa de principios del siglo XX que se montaban en unos vagones de la misma serie que los del Al Andalus, construidos entre los años 1928 y 1930, para recorrer Francia en verano, desde Calais hasta la Costa Azul.
Ese intento por mantener el espíritu de la belle époque es una de las señas de identidad del tren Al Andalus y aunque los vagones del tren han sido remodelados para ofrecer más comodidad y seguridad a los 60 pasajeros que pueden disfrutar del viaje, hay detalles que permanecen inalterables casi 100 años después. Por ejemplo, las vidrieras de plomo original de algunos baños, las piezas de grifería, los suelos de mármol original, las placas que identificaban a otros trenes de la compañía y que decoran las estancias del Al Andalus en un guiño a la conservación del patrimonio.
Entramos en el tren, minutos antes de que empiece su andadura este 2022 tras dos años aparcado por la pandemia. Estamos en la estación de Santa Justa, en Sevilla, y recorremos sus 15 vagones fijándonos en cada detalle. Verdaderamente es un tren de detalles: flores frescas en cada rincón, un piano, wifi, duchas de hidromasaje…
Empezamos por los coches que albergan las habitaciones, siete vagones cama de los cuales cinco son los originales de la Wagon-Lits Company, del año 1929. En estos cinco vagones se encuentran las suites deluxe, donde destacan esas camas de 1,50 x 2 metros de largo que durante el día se transforman en un cómodo sofá. En cada suite, además, hay un armario ropero, un maletero, caja fuerte, minibar, climatización y baño con ducha de hidromasaje y sauna de vapor. También servicio de habitaciones las 24 horas y por supuesto, unos amplios ventanales para no perderse ni un detalle del paisaje andaluz.
Cruzamos a los coches salones, cuatro joyas ferroviarias también fabricadas por las mismas fechas. El coche bar Giralda y el coche Medina Azahara, dedicado a salón y juegos, están envueltos en el encanto vintage de los años 20. En ambos se puede disfrutar de una copa (el servicio del tren asegura que puede preparar cualquier cóctel a petición del cliente si disponen del material) o disfrutar de una sesión de piano.
Los vagones restaurante se llaman Alhambra y Gibralfaro y es que todos los coches del tren tienen un nombre específico ligado a Andalucía. En ellos se puede tomar el desayuno, tanto a la carta como buffet, y también comer y cenar. De hecho, la tripulación y los responsables del tren aseguran que la cocina a bordo es el servicio más apreciado por los viajeros, incluso más de la que disfrutan fuera, cuando paran en cada ciudad. Ponemos un ejemplo de un menú servido en la primera cena que este 2022 se dio en el Al Andalus: de entrante, ajoblanco; primer plato, pulpo frito con tomate, albahaca y queso del Torcal; segundo plato: bacalao con pil-pil de picual y encebollado; de postre, torrija.
El 80% de los clientes que se suben al Al Andalus son extranjeros: sobre todo alemanes y luego americanos, y el 20%, nacional. El precio base parte de los 3.895 euros por persona en Habitación Gran Clase, dinero que incluye, entre otras cosas, el alojamiento, las comidas y bebidas, actividades a bordo, excursiones y visitas programadas, entradas a museos, monumentos y espectáculos de las ciudades que se visitan, guía acompañante multilingüe durante todo el recorrido…
El Al Andalus cuenta con guías a bordo para luego acompañar a los viajeros a las ciudades que se visitan. La primera visita es a Sevilla, de donde parte el tren tras un brindis de bienvenida a bordo y en la que se visitan su Catedral, los Reales Alcázares, el Barrio de Santa Cruz, la Plaza de España… Mientras se cena en el tren se pone rumbo a Jerez de la Frontera, ciudad en la que se pasará la noche dentro de los vagones parados para un mejor descanso de los viajeros. Y es que ese es uno de los detalles del Al Andalus, que para por la noche para garantizar que los viajeros duerman sin traqueteos.
En Jerez se visita una de sus tradicionales bodegas de vino, se almuerza en Sanlúcar de Barrameda, este año Capital Gastronómica de España, y al día siguiente se parte hacia Cádiz, donde se visita su casco histórico.
Después de disfrutar de un almuerzo en la ciudad milenaria, el tren parte hacia Ronda, donde un guía les enseñará a los pasajeros la Alameda del Tajo, el Puente Nuevo, el Puente Viejo, la Plaza de Toros más antigua de España y el Palacio Mondragón, entre otros lugares emblemáticos.
A continuación llega una de las paradas estelares de la ruta: Granada, el hogar de la Alhambra. Dentro del recinto nazarí se visitarán sus palacios y jardines, como el Generalife. Se continúa la ruta rumbo a la estación de Linares, en Baeza, donde se dedica la jornada a conocer Úbeda y Baeza, ciudades patrimonio de la humanidad.
Por último, y antes de regresar a Sevilla, se visita Córdoba, capital del califato de al-Ándalus, el que da nombre a este tren de lujo. Tras adentrarse en su famosa Mezquita, el tren pone rumbo a Sevilla, el punto de partida, donde se termina el viaje.
Varias ideas de negocio planean en la actualidad sobre el tren Al Andalus. La primera, ya concretada, es que este verano el tren hará dos viajes a Santiago de Compostela como homenaje al Año Xacobeo. Aprovechar que puede circular por el ancho de vía nacional puede hacer que el tren pueda circular en un futuro no muy lejano por toda España y también que amplíe temporada y no se limite solo a los meses de mayo, junio, septiembre y octubre, como hace ahora. Incluso desde la compañía se habla de la posibilidad de poder ofertar este tipo de trenes a empresas, grupos…
También son coches de los años 20 los que componen el Transcantábrico y el Expreso de la Robla, los otros dos trenes turísticos de lujo de Renfe que también han retomado su actividad este año. Junto a ellos, un nuevo producto, el Costa Verde Express, que circulará este Año Santo compostelano (prorrogado a 2022) entre Bilbao y Santiago. Durante seis días y cinco noches atraviesa cuatro comunidades de la España Verde.
También hará guiños al Año Xacobeo el Expreso de la Robla: su ruta de tres días y dos noches por el antiguo trazado del tren hullero entre León y Bilbao coincide con el Camino de Santiago Francés. Y su otra ruta, la llamada del Peregrino, permitirá a aquellos que lo deseen realizar a pie distintas etapas del Camino Inglés, entre Ferrol y Santiago de Compostela.
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