Montealto es el nombre con el que Rocío Jurado bautizó a la mansión en donde vivió hasta su último día de vida. El inmueble fue adquirido en la cúspide de la carrera de la cantante, allá por los años 80's.

La casona ubicada en la urbanización de La Moraleja, en Madrid, también ha sido el hogar de las exparejas de La Más Grande, como Pedro Carrasco y Ortega Cano; junto con sus hijos Rocío Carrasco, José Fernando y Gloria Camila.

La casa es bastante conocida por el público debido a que ha sido escenario de varios eventos importantes de la mediática familia en el pasado, como la presentación en público de los recién nacidos Gloria y José Fernando, o los cumpleaños de todos los hijos e hijas de la cantante, en donde siempre estuvo presente la prensa. 

La última voluntad de la artista en 2006 fue que Montealto se vendiera tras su partida; algo que efectivamente sucedió, y fue comprada por cuatro millones de euros de la mano de un anónimo. Años más tarde fue subastada públicamente a partir de una crisis inmobiliaria, quedando en manos de un banco que permanece siendo dueño hasta el día de hoy.

Actualmente, la propiedad está en venta por medio del portal Haya Real Estate a un precio de 3,4 millones de euros. Lamentablemente, el estado de la propiedad de 2850 metros cuadrados no tiene nada que ver con el esplendor que ostentaba en sus mejores épocas.

La mansión tiene tres plantas, con seis dormitorios, ocho baños y una cocina independiente. En el semisótano hay un garaje, un cuarte de calderas, bodega, gimnasio sauna y una despensa; pero también hay un espacio digno de ser convertido en museo.

Bajando las escaleras de hierro forjado en donde Rocío ha posado para infinidad de portadas, podemos encontrar un tablao flamenco en donde la mítica cantante supo brindar fiestas para los artistas más grandes de España, como Lola Flores, Rocío Dúrcal, Isabel Pantoja, entre otras.

Montealto se vende sin amueblar y sin carpintería, y presenta un estado avanzado de abandono. El deterioro y la suciedad que se pueden observar evidencian los años sin ocuparse, luego del fallecimiento de Rocío Jurado.

Fabiola Martínez ha compartido en sus redes una foto con quien comparte sus días.

Rocío Carrasco aclara aún más secretos “En el nombre de Rocío”.

Paloma García Pelayo sin saberlo, habría sido la culpable de la comunicación entre Antonio David y Amador Mohedano.