Las predicciones sobre el clima para este fin de semana en Francia, indican que podemos estar ante una de las carreras más difíciles en la historia de la F1. Teniendo en cuenta que para los menesteres de la Máxima es tan importante medir la temperatura del aire como la humedad, se espera un fin de semana terrorífico en el Circuito de Paul Ricard. Un sauna insoportable.
Considerando que el trazado de Francia es uno de los más exigentes del campeonato de la F1, para los pilotos no solo será un enorme desafío la conducción, sino también su preparación física para soportar las condiciones climáticas tan demandantes. Recordemos que en el GP de Miami, Max Verstappen finalizó completamente exhausto el domingo y preocupó a todos en el Gran Circo.
Por otro lado, las temperaturas altas en la pista aseguran un buen agarre para los neumáticos de la F1, aunque también los desgastan mucho más rápido, por lo que las estrategias de los equipos serán la punta angular en la definición de la carrera. Además, los sistemas de frenado son un punto clave, dado que la refrigeración con el aire forzado a veces no es suficiente en estos casos. Y otro dato no menor, los motores sufren serios problemas para refrigerarse bajo estas condiciones, por lo que a los ingenieros no les quedará otra opción más que sobredimensionar las tomas de aire y refrigeraciones de los monoplazas, asumiendo los coletazos del aumento de peso y el perjuicio aerodinámico.
Esto si contemplan el antecedente de Austria, donde ya hizo mucho calor y las imágenes del incendio en el coche de Carlos Sainz alertaron al muro de Ferrari en las últimas vueltas del recorrido en el Red Bull Ring.
En este sentido, en el mundo de la Máxima, el calor extremo no solo afecta la aerodinámica y el rendimiento de los motores, sino también la fiabilidad. Tengamos en cuenta que los materiales en la F1 están llevados al límite de su tolerancia y resistencia estructural, por lo que si superan ciertos umbrales, pueden resentirse de forma fatal. Solo por dar un ejemplo, el aluminio se debilita cuando es expuesto a temperaturas muy altas y ello afecta a los cárteres y piezas de fundición de la caja de cambios. Al mismo tiempo, el aceite también pierde algunas de sus propiedades en estas condiciones y, por carácter transitivo, su capacidad de lubricación se ve condicionada.
Todo esto tensiona a los equipos, dado que llegado el ecuador de la temporada, los problemas de confiabilidad comienzan a ser cada vez más decisivos en la definición de la lucha por el título mundial.