Zúrich en verano se tira a la piscina

2022-06-18 16:00:54 By : Ms. Rum Song

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Periodista redactora de Viajes National Geographic

Con la llegada del buen tiempo, la visita a los «badi» de Zúrich, como se conocen popularmente las zonas de piscinas al aire libre de la ciudad, se ha convertido en un agradable hábito en la vida diaria de los zuriqueses, así como en una nueva propuesta lúdica para los visitantes de la urbe helvética. La tradición termal de Zúrich se remonta a tiempos de los romanos, pero su práctica moderna se consolidó a mitad del siglo XX, cuando se extendió la práctica de tomarse un respiro diario en alguno de estos oasis urbanos, impulsada por la constatación de los beneficios de los baños en la salud. Entonces comenzó en la ciudad un boom en la construcción de piscinas al aire libre, tanto a orillas del río Limmat como en las del lago Zúrich. Muy frecuentadas, en la actualidad estas zonas urbanas de baño, dotadas hoy además de piscinas con soláriums, vestuarios o locales de restauración, se han convertido en uno de los espacios de esparcimiento favoritos de la ciudad suiza.

De todos es conocido que Zúrich es un centro financiero de Europa y una encrucijada tanto de caminos como comercial. A la vez se trata de una de las ciudades más cálidas y animadas de Suiza y está considerada entre las de mayor calidad de vida en el mundo. Zúrich regala plácidos paseos por avenidas con elegantes villas, acogedores cafés y boutiques de moda, pero también por parques urbanos de cuidada vegetación, muchos de ellos a orillas del agua y con piscinas al aire libre, al pie del núcleo antiguo unas o más alejadas junto al lago Zúrich o el río Limmat otras. Estos paseos ribereños son también ejes perfectos para descubrir muchos de los atractivos de la ciudad, como sus palacios, mansiones, museos e iglesias, destacando la de los Agustinos (siglo XIII), Santa María, fundada sobre una basílica del siglo XII, o la Grossmünster o catedral, edificada sobre un promontorio de Zúrich también en el siglo XII.

De todos es conocido que Zúrich es un centro financiero de Europa y una encrucijada tanto de caminos como comercial. A la vez se trata de una de las ciudades más cálidas y animadas de Suiza y está considerada entre las de mayor calidad de vida en el mundo. Zúrich regala plácidos paseos por avenidas con elegantes villas, acogedores cafés y boutiques de moda, pero también por parques urbanos de cuidada vegetación, muchos de ellos a orillas del agua y con piscinas al aire libre, al pie del núcleo antiguo unas o más alejadas junto al lago Zúrich o el río Limmat otras. Estos paseos ribereños son también ejes perfectos para descubrir muchos de los atractivos de la ciudad, como sus palacios, mansiones, museos e iglesias, destacando la de los Agustinos (siglo XIII), Santa María, fundada sobre una basílica del siglo XII, o la Grossmünster o catedral, edificada sobre un promontorio de Zúrich también en el siglo XII.

Frauenbadi Barfussbar © Zürich Tourismus

La cultura del baño en Zurich está activamente anclada en la vida de los zuriqueses. Sin embargo se remonta a tiempos de los romanos, quienes fundaros Turicum el año 929. Fueron ellos los que sentaron las bases para el culto a los baños al construir las primeras termas en lo que hoy es la Weinplatz: se pueden ver vestigios en la calle Thermengasse.

A mediados del siglo XIX aumentó la conciencia sobre la importancia de la higiene personal y los beneficios del agua para la salud. Como entonces era más barato construir recintos para los baños públicos que proporcionar agua corriente a todos los hogares, en Zúrich empezaron a construir las primeras «cabañas de baños»: en 1837 se construyeron cerca de Bauschänzli los primeros badehaus für frauenzimmer (baños públicos para mujeres), que en 1888 fueron reemplazados por los actuales del Stadthausquai. En aquellos años también se crearon los llamados kastenbäder o «baños de caja», plataformas de madera desde las que se disfrutaba del agua más limpia lejos de las orillas del lago o en el medio del río. Hacia el año 1900 había en Zúrich un total de 10 instalaciones de este tipo, entonces diferenciadas para hombres o mujeres.

Badi Utoquai © Zürich Tourismus

Pocos imaginan que se puede disfrutar de un descanso «playero» en la mayor y más populosa ciudad de Suiza. Sin embargo, Zúrich incluye entre sus encantos su red de balnearios urbanos y piscinas al aire libre. Se estima que existen unas 24. En la ciudad se puede elegir entre 6 piscinas exteriores, 6 tipo playa junto al lago y 5 piscinas de río y una termal. Y a pocos kilómetros hay otras zonas de baño rodeados de naturaleza y otras lagunas con césped para tomar el sol. Lo encantador de Zúrich es que en la misma ciudad se puede elegir entre playas de arena junto al lago o en parques frondosos donde descansar bajo la sombra de árboles llenos de verdor. Hay piscinas al aire libre al pie del núcleo histórico o con vistas a los cercanos Alpes. Las hay de ambiente familiar idóneas para ir con niños, o perfectas para singles o para los más jóvenes. Las piscinas que ofrecen servicios como vestuarios o saunas suelen requerir pagar una entrada, que ronda los 5 euros. En verano su horario abarca de las 7 a las 19.30 horas.

Flussbad Unterer Letten © Zürich Tourismus

El Unterer Letten es el balneario junto al río más antiguo de Zúrich y todavía hoy un lugar de encuentro muy popular entre los zuriqueses. Sus casetas y aguas aptas para era baño se localizan en el oeste de la ciudad. Este recinto fue construido en madera en 1909 por los arquitectos Fissler y Friedrich. En su origen su uso era exlusivo para hombres. En 1956, la instalación se amplió para incluir una piscina para no nadadores, otra infantil y una plataforma de 3 metros desde la que zambullirse. El conjunto fue clasificado en 1986 «Espacio Digno de Conservación».

Los bañistas que acuden a este lugar se dejan llevar río abajo por la corriente. Luego, mientras unos juegan a remontar el cauce, otros vuelven a tierra firme al comienzo para repetir la diversión. El recinto incluye un parque infantil, vestuarios, un pequeño restaurante, pérgolas a la sombra bajo las que descansar, plataformas de madera para tomar el sol y una glorieta donde se organizan regularmente eventos culturales, y que en verano se convierte en un cine a cielo abierto.

Seebad Utoquai © Zürich Tourismus

El histórico balneario Seebad Utoquai se encuentra en el norte del lago Zúrich, junto al paseo que bordea el lago entre Bellevue y Zürichhorn, muy próximo a algunos de los monumentos de la ciudad. El enclave fue construido en 1890 por William Henri Marti como un baño con plataformas de maderas en estilo morisco. Su ubicación privilegiada hizo que desde su inauguración fuera y siga siendo muy popular. En el pasado se conocía como el «Palacio de los Baños» por sus torres abovedadas ornamentadas, que se eliminaron cuando se renovó en 1942. Lleva, pues, más de un siglo brindando la oportunidad de disfrutar de un refrescante baño en el lago en pleno centro de la ciudad. 

Los que acuden a estas plataformas para el baño pueden zambullirse desde sus trampolines y nadar hasta balsas flotantes, ancladas en el lago a unos 30 metros de distancia. Dos piscinas pequeñas acogen a los no nadadores. El recinto incluye una biblioteca ambulante que proporciona material de lectura gratuito, mientras un coqueto restaurante ofrece delicias mediterráneas. Incluye un edificio con zona de sauna, para masajes y un pequeño gimnasio.

Strandbad Tiefenbrunnen © Zürich Tourismus

Las instalaciones de piscinas al aire libre de la llamada Strandbad Stampf se localizan en el Parque Tiefenbrunnen, en la orilla derecha del lago Zúrich, un encantador espacio arbolado y con césped, que llega hasta el camino que bordea el lago Zúrich. En 1954, los arquitectos Josef Schütz, Otto Dürr y Hans Nussbaumer construyeron el que popularmente fue llamado el «Lido de Zúrich», un hermoso jardín residencial, con pabellones que reemplazaban las casetas de baños del año 1886. En días despejados, desde aquí se disfruta de vistas magníficas a los Alpes. El complejo cuenta con una zona de no nadadores, piscina infantil, plataformas de salto de 1, 3 y 5 metros de altura, y un tobogán de agua 62 metros de bajada. En sus jardines se realizan clases de yoga y de pilates. En un área separada hay plataformas flotantes para naturistas diferencias por sexo. Además, Strandbad Tiefenbrunnen dispone de un servicio automático de alquiler de tablas de paddle surf. La entrada a todo el recinto cuenta con unos característicos hongos de hormigón colocados junto a los accesos. Es una de las zonas de baño más queridas de la ciudad.

Badi Utoquai © Zürich Tourismus

La zona de piscinas al aire libre de Seebad Enge propone natación en verano o una sauna en invierno, pero siempre disfrutando de vistas a lago suizo, con los Alpes en el horizonte. Esta instalación fue construida por el arquitecto Robert Landolt entre 1959 y 1960, siendo uno de los recintos más jóvenes de Zúrich. Los carriles de natación de esta piscina urbana tienen 44 metros de largo y están flanqueadas por pasarela de madera de 30 metros. A su alrededor se realizan clases de shiatsu, masajes clásicos, yoga y paddle surf. En verano, un pequeño restaurante ofrece almuerzos ligeros de día y por la noche, barbacoa.

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Periodista redactora de Viajes National Geographic

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